viernes, 15 de octubre de 2010

Nacho Vegas: Canciones inexplicables (2001-2005)

Compartimos aquí un poco de este cantautor español, melódico y rockanrollero, con letras insidiosas, acertadas y crudas: "Y quieres esconder tu colchón de piel / Pero cuántos hoy han dormido en él / Y cuántos más dormirán en él mañana". Recursivo, con tonalidades minimalistas y folk, con elementos de la cotidianidad, frases que impactan, notas que susurran al oído, voz rasposa y juguetona.

Comparte las pistas con Enrique Bunbury en El Tiempo de las Cerezas (2006) y con Christina Rosenvinge en Verano Fatal (2007), ambos con bastante éxito. Además cuenta con más de 5 producciones desde el 2001 hasta el EP El Género Bobo (2009).

En particular me gusta En el Jardin de la Duermevela por su melodía dolorosa, elaborada y un poco acelerada, la letra sugiere una adicción, aquí la dejo para su deleite:


Esta noche vuelvo a percibir su olor,
hoy el cielo oscurece para mí
y allí crece perfecta.
La puedes ver brillar
a la luz de las estrellas en su jardín,
en el jardín de la duermevela.
Ven al jardín donde el alma sueña.

Ella se convierte en una obsesión,
cada nervio se estremece en erección
al sentir su dulce aliento en mi garganta
y su cálida voz susurrar muy dentro de mí:
"Ven, fóllame,
ven a mí, soy la duermevela,
Ven al jardín donde el alma sueña"

¿No lo veis? Me ofrece su bendición
y su amor de muerte.
¿No comprendéis que yo ya no soy yo
cuando ella entra en mi carne y me pone a morir?
Buscadme allí,
en el jardín de la duermevela.

El hombre gordo nos contaba
cómo él salió de la miseria,
pero un mal día lo encontraron
electrocutado en su bañera de oro y marfil.
Unos creen en la guerra,
otros en el paraíso.
Yo, por mi parte, sólo creo en ella.
Buscadme allí,
en el jardín de la duermevela,
en el jardín de la flor perfecta.

¿No lo veis? Me ofrece su bendición
y su amor de muerte.
¿No comprendéis que yo ya no soy yo
cuando ella entra en mi sangre y me pone a morir?
Buscadme allí,
en el jardín de la duermevela.

En el jardin de la duermevela
(en el jardín donde el alma sueña),
en el jardín de la flor perfecta
(en el jardín donde el cuerpo enferma),
en el jardín de la duermevela.